Los gorriones se adaptan muy bien a todos los ambientes. Por eso, podemos encontrarlos en cualquier sitio: en el campo, en las ciudades, en granjas… Además, su pequeño tamaño les permite colarse por cualquier hueco en almacenes, garajes, naves industriales… Hasta los encontramos en los pasillos de centros comerciales!

En las granjas, los gorriones no sólo generan problemas de suciedad. Y por consiguiente potenciales problemas sanitarios. También causan graves pérdidas económicas, al comerse el grano y pienso para el ganado. En agricultura, las bandadas de gorriones picotean y estropean los frutos. Incluso se comen las yemas de los almendros, cuando éstas comienzan a brotar, dañando gravemente la producción de la plantación. En industria, los excrementos de gorriones ensucian los pallets de material acabado, con el consiguiente problema de calidad del producto.

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